Yo soy de sangre caliente, pero con el corazón de hielo. Pasional y arrolladora. Que pide hasta la saciedad, y que siempre se cansa de todo lo que tiene, de la monotonía y de las promesas rotas. Una mirada, una sonrisa o un simple comentario puede cautivarme, atraparme hasta quedar cegada. Pero a la que la ilusión le dura lo justo, y que siempre tiende a retirarse antes de quedarse tirada en la cuneta. Con el corazón de hielo, pero fiel hasta la saciedad. Si me miras espera que te mire, si me ignoras, espera recibir el doble. Egoísta no, pero orgullosa siempre. Fuerte e indomable, y original siempre que se pueda. Constante y perseverante, siempre que se vea una señal de triunfo. Con ganas de comerse el mundo, pero de las que huyen cuando ven que lo único que puede pasar es el proceso inverso. De las que siguen hasta el fin del mundo, sin esperar nada a cambio; simplemente porque sí, porque quiero, y porque es lo que necesito.
Obsesionada por conocerte, por saber todo de tí, pero también de las que olvidan fácilmente si los planes no merecen la pena. Alocada en su justa medida, de las que dejan notas y lanzan indirectas a todas horas. De las que les encanta jugar, hasta que aparece alguien que juega al mismo juego que tú.