La boca del lobo

Mañana es viernes, el día que tanto llevo esperando desde el sábado anterior. Ahora no sé quiero ir allí, a mi lugar favorito, porque lo único que siento es que me estoy metiendo en el mismo callejón sin salida, en el que si corro, sé que no voy a tener un resquicio para escapar. Yo no soy de estar entre cuatro paredes, y me cuesta pensar que ahora sí, que al fin todo va a salir bien; que me toca a mí. La suerte de mi vida, pero yo soy más bien Emocional e irracional.

No puede salir bien, es imposible una vez más. Lo sé antes de empezar aunque el mundo entero me diga que apriete los dientes y lo intente, que no es tan dificil. Yo he tenido muchos secretos, así que uno más coge en el baúl, aunque haya que aplastar al resto. Donde caben mil, yo soy capaz de hacer que cojan un millón.

Yo tengo virtudes, defectos, manías…y otras cosas que aún no he sabido catalogar. Pero siempre me ha encantado vivir deprisa, a mil por hora, a toda velocidad…sin pararme a mirar nada más. No soporto esperar, por eso no sé cuanto tiempo tardaré en cansarme de todo y en dejarte ir. Aunque antes te seguiré, me aprenderé de memoria la matrícula y el modelo de tu moto. Es irónico pensar que ahora va a cobrar sentido mi chupa de cuero de hace más de cinco años, con la de momentos que hemos vivido juntas. Ahora sé para qué me la compré, para montar en moto, para correr para llegar a volar. Y que mañana el sol salga por donde quiera.

Foto de jmarior.net

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